
En el día de verano la niebla
se ha tragado mar y arena en la playa.
El universo solo es vapor de agua,
paisaje ciego encerrado en su esfera.
El viento se paró, como si fuera
el guardián que vigila un mar en calma.
Plomizo silencio. Esta mañana
es difícil prever qué nos espera.
Con el agua hasta el cuello solo veo
el círculo cerrado de neblina,
la mar plana fundida con el cielo.
Sombra, misterio, turbia pesadilla.
Alcanzar costa segura pretendo,
pero…¿hacia dónde queda la orilla?