En Ispahán

(Otra versión de la antigua narración persa)
El joven jardinero ruega a su amo
auxilio para librar a la Muerte:
Se la cruzó esta mañana y al verle
su gesto de amenaza lo ha aterrado.

-¡Tengo que huir a Ispahán de inmediato,
alejarme de aquí, que no me encuentre!-.
El bondadoso príncipe consiente
y le presta el mejor de sus caballos.

Al atardecer, el príncipe bueno
ve a la Muerte y se atreve a preguntar
por la atroz amenaza de su gesto.

-¿Amenaza? Extrañeza será,
que lo encontré de su destino lejos
y esta noche lo espero en Ispahán.

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