Aquiles y la tortuga

Sonríes y me preguntas
a dónde fueron mis sueños,
si guarda la proporción
lo que tenaz perseguí
con lo que tuve en mis manos.

No sé.
Es difícil el balance.
No existe una magnitud
que mida las ilusiones.
Ningún contador registra
la erosión del día a día.
La vida solo es camino.
Apresuramos el paso
si la esperanza se aviva.

Sí.
Logré alcanzar, a veces,
los territorios soñados,
pero, cuando pretendí abrazarlo,
ya
no estaba allí
                       mi deseo.
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