Palabras perdidas


Marché sembrando palabras
por caminos ignorados.
Diseminé las semillas
por escondidos rincones.

Quería que con el tiempo 
echaran raíces firmes,
que dejaran de ser ecos
y hablaran con propia voz.

No regresé, por si acaso,
a los antiguos senderos,
no quise tener constancia
de si la siembra arraigó.

No volvieron con el viento,
no las devolvió el cartero…

Así que, si me decido,
tendré que ir a la oficina
de las palabras perdidas.


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