Mártir de la rima

La rima es prisión del verso,
recio sargento chusquero
que limita las palabras,
las obliga a marchar al mismo son,
las encuadra y las somete
a sus reglas cuartelarias.
Quisiera escribir sin rima.

Así me propongo hacerlo,
es ella quien me persigue,
la que arruina cada intento.

Si decido: verso libre,
unas líneas más abajo
ya se muestra irreductible.
Si me obstino: nunca más,
se me cruzan las ideas
y se cuela por detrás.

No me libro de la rima,
como mosca cojonera
me tortura sin piedad.
Me resisto a sus hechizos,
la voy dejando de lado
y la esquivo en unos versos.
Cuando creo haber ganado,
ahí está. Siempre. Tenaz.



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