
Ha venido la mar preguntando por ti, a indagar el porqué de tu ausencia. Rumor de olas, dudas del viento, llanto triste de gaviotas... voces buscando respuestas. Han sido tantos los años de verme a tu lado, unidos por un fuego etéreo que le era bien dulce, que ha sentido extraño palpar tu vacío. Nos creyó dos partes que sumaban uno y ha pensado al verme que no estaba entero. No he sido capaz de darle razones, ocurren las cosas siempre por sorpresa, bastante ventura me tocó en el tiempo que pude gozar de tu risa. Me ha dicho la mar que la abrace con fuerza y me funda en su cuerpo salino, que guarda mil besos de alga y olvido para dar a quien busque sus labios sin temor a partir de la orilla. Un segundo después se ha alejado, paso azul y zancada de espuma, susurrando que si sé esperarla volverá a por mí cada día. Y aquí estoy amarrado a mi suerte, aguardando una nueva marea.