Pasan veloces los años
dejando un rastro de humo,
horas muertas apiladas
en días innumerables,
cantares de grillo enfermo
que fueron parte de un cuento
del que no queda memoria.
¡Tanto tiempo hace de todo...!
¡Se está haciendo tan tarde...!
Dirás que siempre fue así,
que a eso llamamos la vida,
que amamos lo más incierto
y nos mueve lo imposible,
que el cálculo es tan solo
una contabilidad de errores,
que no hay un porqué que explique
la herida de lo que ocurre…
Nunca pudimos hacerlo,
jamás tuvimos opciones,
todo fue un malentendido,
estaba fuera de alcance,
jugamos sin tener cartas,
perdimos desde el principio…
Puedes decir con rigor
que ha sido puro fracaso.
Pero era tan bello el sueño
que aún sigo apurando el viaje.